II PARTE
No tengo prisa
Tenemos que entender que el momento actual en que nos encontramos no es el mejor para vender, por lo tanto si no existe necesidad no pondremos en venta nuestra propiedad,
pero si por lo contrario si que existe algún motivo, cualquiera que fuese,
personal, familiar o económico de vender tenemos que asumirlo y ponernos en serio porque realmente no tenemos una vivienda, tenemos un problema. Muchas veces no somos conscientes de que nuestra vivienda es la más cara de las del alrededor, pero nos negamos en rotundo a rebajar el precio. Es un error rechazar la primera oferta. “Esperar a que aparezca una oferta más elevada no funciona casi nunca en un mercado bajista y es casi temerario,
creemos que no tenemos ni necesidad ni auténtica prisa por vender y ponemos la casa en venta por si aparece algún comprador despistado o caprichoso , comprador que perdería el despiste en el momento que pidiera una hipoteca en su banco, porque el mismo banco le ofrecerá a nuestro comprador una vivienda ejecutada por la misma entidad de similares características a la nuestra, pero con un valor muy inferior, hasta un 40% menos y además con una financiación asegurada del 100% de la cantidad necesaria para la totalidad de la compra y además con unas condiciones inmejorables de mercado.