El Banco Central Europeo (BCE) ha cumplido con las previsiones y ha bajado los tipos de interés en un cuarto de punto, hasta el 1%, para hacer frente a la crisis de deuda y económica en la zona euro.
Es la segunda rebaja consecutiva desde que el italiano Mario Draghi asumió la presidencia del BCE en noviembre.
De este modo, las tasas se colocan en su mínimo histórico, alcanzado en 2009 durante la crisis financiera y nivel en el que se mantuvieron hasta el pasado mes de abril.
El BCE informó en Fráncfort de que también redujo la facilidad marginal de crédito, por la que presta dinero a los bancos durante un día, hasta el 1,75%, y la facilidad de depósito, por la que remunera el dinero, hasta el 0,25% con efectos a partir del 14 de diciembre.
Tras la sorprendente bajada del precio del dinero en noviembre, los mercados y los analistas habían previsto que el BCE reduciría los tipos de interés de nuevo este mes de forma moderada.
El problema es que estas bajadas no terminan de dejar efecto en los consumidores debido a que los bancos mantienen tipos de interés muy altos en los préstamos que se hacen entre sí por la desconfianza existente a la inversión en deuda soberana europea.
Los mercados prestarán atención a los comentarios del nuevo presidente del BCE, que podría anunciar nuevas medidas de apoyo a la banca o sobre la compra de deuda pública de los países en problemas.
Los expertos de UniCredit contemplan la posibilidad de que el BCEanuncie una prolongación significativa del vencimiento de las operaciones de liquidez en euros, es decir que preste el efectivo a los bancos, incluso, durante dos o tres años y relaje los criterios de las garantías que acepta en sus operaciones de refinanciación.
Hasta ahora el BCE ha prestado liquidez a los bancos comerciales durante un máximo de un año.
Además, todas las miradas se dirigen también a la cumbre europea en Bruselas, en la que los líderes de la Unión Europea (UE) discuten aumentar la disciplina presupuestaria y la integración económica.
Los expertos económicos alemanes advierten de las negativas consecuencias que puede tener para la coyuntura de la zona del euro el fracaso de esta cumbre europea pero descartan que la Eurozona se vaya a resquebrajar, según una encuesta a 17 economistas realizada por el diario ‘Financial Times Deutschland’ entre el 2 y el 7 de diciembre y publicada en su edición del jueves.